PUBLICADO EN LA GACETA OFICIAL DEL
DISTRITO FEDERAL EL 21 DE DICIEMBRE DE 2007.
PROGRAMA DE DESARROLLO SOCIAL 2007-2012
CIUDAD CON EQUIDAD, INCLUYENTE Y PARTICIPATIVA
COMISIÓN INTERINSTITUCIONAL DE DESARROLLO SOCIAL DEL
DISTRITO FEDERAL
1. MARCO INTRODUCTORIO
El desarrollo social es la razón fundamental de ser de un
gobierno de izquierda y socialmente comprometido. La política social ha sido el
rasgo distintivo de los gobiernos democráticos electos desde el año 1997 en un
proceso virtuoso de acumulación de derechos con recursos y de recursos con
derechos.
En estos diez años se han puesto en marcha un amplio
conjunto de programas y acciones destinándose importantes recursos para cumplir
con el compromiso de hacer efectivos los derechos sociales de las y los
ciudadanos que habitan en el territorio del Distrito Federal.
La construcción del desarrollo social en la ciudad ha sido
posible gracias al compromiso del Gobierno con la perspectiva de los derechos
en el marco de una nueva relación con la sociedad y sus expresiones
organizadas. Desde su autonomía las organizaciones de la sociedad civil han
hecho contribuciones fundamentales en el campo conceptual, en la formulación de
programas y en el impulso de iniciativas innovadoras en el desarrollo social
del Distrito Federal.
El actual Gobierno del Distrito Federal se propone recoger y
consolidar los logros acumulados en materia de política social y profundizar el
rumbo, ampliar el goce de los derechos y la cobertura de los programas , así
como también realizar acciones que permitan garantizar la calidad de los
servicios sociales que se prestan a la población.
Lograr un adecuado nivel de calidad de vida para el conjunto
de la sociedad a fin de disminuir las profundas desigualdades económicas,
sociales y territoriales que prevalecen en la ciudad, es el principal desafío
de una acción socialmente responsable. Para el Gobierno del Distrito Federal,
invertir en la gente y ampliar sus posibilidades de desarrollo es una obligación.
Es prioridad de este gobierno combatir las principales
causas que originan la pobreza y la exclusión, dotando a los grupos excluidos
de las herramientas necesarias para que adquieran las capacidades necesarias
que les permitan superar las adversas condiciones económicas y sociales.
Como se señala en el Programa General de Desarrollo del
Distrito Federal 2007-2012, la marginación y desigualdad limitan severamente
las posibilidades de desarrollo de un amplio número de personas. La pobreza, la
discriminación y la inequidad reducen las opciones de vida y amenazan la
capacidad de elección y la libertad. Además, son un lastre para la prosperidad
de las ciudades y naciones, porque reducen las oportunidades de contribuir al
crecimiento y bienestar social.
Nuestro compromiso es trabajar intensamente, ser un buen
gobierno que promueva la generación de actividades económicas generadoras de
empleos dignos, materialice los derechos de las y los ciudadanos, logre el
progreso social y asuma un compromiso inquebrantable con el combate de la
desigualdad, la discriminación y la pobreza. México y su ciudad capital serán
competitivos en el sistema global de ciudades si logramos si logramos
consolidar un régimen y un Estado social de derechos que nos permita contar con
un Distrito Federal con equidad y fuerte cohesión social.
El Gobierno de la Ciudad de México es conciente que para
promover una vida más igualitaria debe profundizar la democracia local,
impulsando valores y comportamientos propios de una cultura de la equidad que
permita alcanzar el bienestar individual, familiar y social. Para ello deberán
combatirse las prácticas discriminatorias, la explotación infantil y la
violencia hacia las mujeres en todos los ámbitos de la vida privada y pública.
La Ciudad de México se ha de distinguir por ser un espacio en el que su
gobierno trabaje para que prevalezca la justicia y la equidad y el constante
mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes. El sello del
Distrito Federal ha de ser una dinámica de prosperidad económica que difunde
sus beneficios en el conjunto la sociedad.
El gobierno de la Ciudad pretende fortalecer con su
actuación la vocación humanista de su ciudadanía haciendo que el progreso
adquiera su sentido auténtico: garantizar el goce de los derechos para
incrementar las oportunidades de un desarrollo incluyente. La ciudad debe
ofrecer a sus habitantes las condiciones para su crecimiento personal,
garantizando el acceso equitativo y la calidad de los servicios, bienes e
infraestructura públicos a todas y todos sus habitantes.
El Gobierno de la Ciudad de México promueve una ciudad
democrática, que reconoce y garantiza el goce universal de los derechos y que
ello se exprese en calidad y cobertura en la política y los programas sociales
del gobierno central y de las delegaciones. Una ciudad donde prevalezca una
cultura de equidad como eje rector para alcanzar el bienestar individual,
familiar y social.
Se tiene como visión una ciudad que sea reconocida por su
carácter humanista, donde el progreso adquiere su sentido auténtico:
incrementar las oportunidades de desarrollo para todos. De forma que la ciudad
ofrezca a sus habitantes las condiciones para su crecimiento personal, donde
los servicios, bienes e infraestructura públicos sean realmente públicos, accesibles
a todas y todos. De esta manera la equidad habrá de constituirse como el valor
fundamental y el medio privilegiado para que las mujeres y los hombres ganen
autonomía y capacidad de realizar sus aspiraciones.
En la perspectiva de este gobierno, la Ciudad de México debe
ser un lugar deseable para vivir por el respeto a las diferencias y las
oportunidades de desarrollo que ofrezca a sus ciudadanas y ciudadanos. El
Distrito Federal será el espacio de la Nación en que se constate que la equidad
económica y social y la tolerancia son las mejores palancas del crecimiento
económico y el desarrollo social. Para lograr esto se requiere una visión
socio-económica y política que enmarque el conjunto de políticas y programas de
corto y mediano plazo en el logro de un proyecto de ciudad incluyente y
participativa, donde la convivencia social respetuosa de las diferencias, el
ejercicio pleno de las libertades, la posibilidad de disponer de tiempo y de
goce efectivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales
(DESCA) constituyan prácticas que contribuyan a alcanzar un auténtico
desarrollo de la ciudad.
El Distrito Federal requiere, merece y puede construir un
régimen y un Estado social de derechos como parte medular del proyecto de
ciudad al que aspiramos. La ciudad que queremos y estamos construyendo es una
ciudad incluyente, de derechos, de libertades, diversa, tolerante, incluyente.
progresista, humanista, para todos, con prioridad en los pobres y en constante
movimiento.
Una ciudad en donde la elevación constante del bienestar
incremente la cohesión social y la calidad de la convivencia; en donde, a
medida que se abatan las desigualdades de todo tipo y florezca una cultura de
la equidad, la ciudad supere su actual fragmentación urbana y segmentación
socio-territorial, y vuelva a ser un espacio de encuentro social horizontal, un
gran espacio público que genera y regenera tejido y cohesión social.
La ciudad requiere cubrir crecientes niveles de educación de
calidad para sus habitantes y a la vez recuperar la capacidad educadora que
encierra su vida comunitaria. Se deben promover prácticas sociales, materiales
y simbólicas en favor de la igualdad, el respeto de los derechos de todos y
cada uno de sus habitantes, la revalorización de la convivencia social,
particularmente en el espacio público. En sus prácticas cotidianas la ciudad
debe ser una gran educadora y un espacio propicio para lograr una mayor
cohesión social.
Para avanzar en esta perspectiva la dimensión participativa
constituye un componente de fundamental importancia. Dar voz y poder a las y
los ciudadanos, a las organizaciones civiles y sociales, a las y los vecinos, a
los barrios, las colonias, los pueblos, las unidades habitacionales y las zonas
residenciales es crucial para llevar adelante un proyecto de ciudad con y para
la gente, generadora de un desarrollo urbano y territorial más equitativo, más
armónico y que integre a la ciudad como un todo diverso y plural.
Dentro del proyecto de ciudad con equidad e inclusión
social, participativa, horizontal, educadora se encuentra el propósito de
recuperación de lo público, esto es, lo que es de todas y todos; los referentes
de ciudad que nos dan identidad y sentido de apropiación y pertenencia.
La recuperación, fortalecimiento y extensión del interés
público es una de las guías de construcción del proyecto de ciudad del Gobierno
del Distrito Federal. Con el deterioro, menosprecio y abandono de lo público
que rige en el plano nacional sólo se ha logrado profundizar la crisis social,
política y moral del país, abatir el bienestar, profundizar la desigualdad
social, exacerbar la polarización y ahogar las posibilidades de desarrollo de
millones de personas.
La recuperación de lo público en el Distrito Federal nos
permitirá gozar de una ciudad con justicia social, con calidad de vida,
disfrutable, cohesionadora, productora de identidades colectivas y, a su vez,
espacio para el desarrollo de la creatividad y la innovación individual. .
Una política social de equidad e inclusión, como la del Gobierno
del Distrito Federal, tiene una perspectiva de derechos para construir
ciudadanía social o, si se prefiere, desarrollar la dimensión social de la
ciudadanía. Por ello mismo se asume que los derechos son universales y deben
ser exigibles. No son servicios que se adquieren en el mercado, sino derechos a
los que se accede mediante las instituciones públicas financiadas con las
contribuciones, proporcionales a los ingresos, pagados por las y los
ciudadanos. Por eso la política social de derechos del Gobierno de la Ciudad de
México tiene un propósito garantista y desmercantilizador en el acceso y goce
de los derechos y los servicios sociales.
El presente programa de desarrollo social 2007-2012
desarrolla y concreta las líneas definidas por el Programa General de
Desarrollo 2007-2012 entregado por el Jefe de Gobierno a la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal en junio de 2006. El Programa es producto de
un largo e intenso proceso de consulta y deliberación que incluyó la
realización de 6 foros públicos, 2 sesiones de la Comisión Interinstitucional
de Desarrollo Social, una sesión del Consejo de Desarrollo Social, consulta y
comentarios a los borradores por parte de las 29 entidades y dependencias de la
Comisión, un taller con representantes de organizaciones civiles y un taller
con destacadas académicas y académicos especializados en el desarrollo social.
2. DE LA NATURALEZA DEL PROGRAMA
Con fundamento en la Ley de Desarrollo Social del Distrito
Federal y su reglamento así como de la Ley de Planeación del Distrito Federal,
el Programa de Desarrollo Social del Distrito Federal es un programa de
carácter especial en el que participan más de una entidad o dependencia y más
de una Jefatura Delegacional. En rigor, forman parte de las acciones del
Programa de Desarrollo Social las 29 dependencias y entidades que conforman la
Comisión Interinstitucional del Desarrollo Social.
Por sus propias características el Programa tiene un
carácter rector, estratégico, intersectorial, transversal y pluriterritorial.
En él se sintetiza la concepción de política social del Gobierno del Distrito
Federal en concordancia con los principios definidos en la ley y con los
contenidos establecidos en el Programa General de Desarrollo del Distrito
Federal 2007-2012. Asimismo, como la propia Ley de Desarrollo Social lo señala
en su artículo 32, los programas sociales específicos de la Administración
Pública del Distrito Federal deberán enmarcarse en los principios de esta Ley y
ser congruentes con el contenido del Programa de Desarrollo Social.
En este Programa se concreta una concepción de política
social sustentada en el ejercicio pleno de de los derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales.
El Gobierno del Distrito Federal, a diferencia de las
políticas federales, asume que la política social tiene por propósito
garantizar, reconocer, ampliar, profundizar y hacer exigible el goce de los
establecidos en la Constitución General de la República, en los diferentes
ordenamientos internacionales suscritos por el país y en la legislación en
materia social que ha sido aprobado por la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal. No es, por ende, una política de oportunidades, sino de derechos. No
es una política de programas focalizados y condicionados de superación de la
pobreza extrema, sino de combate a la desigualdad, promoción de la equidad y la
inclusión social a través de políticas universalistas, territorializadas, que
comprenden desde la atención de necesidades inmediatas y la creación del
patrimonio familiar, hasta la formación sólida de capacidades con una política
de respaldo al acceso a la educación y mejoramiento de la calidad educativa,
con acciones sin precedente en el resto del país y con propósitos
redistributivos hacia los grupos sociales, familias, personas y ámbitos territoriales
en condiciones de pobreza, exclusión o discriminación.
Es una política que adopta criterios universales, combinados
con criterios territoriales y con la identificación de grupos sociales
específicos que requieren atención prioritaria. Por ello es una innovadora
política social que busca la promoción de equidad en el acceso a bienes y
servicios básicos, la plena inclusión social de todas y todos los ciudadanos,
el combate a las marcadas desigualdades económicas, sociales y territoriales,
así como el logro de mayor cohesión social.
En este tenor la siguiente fase de la planeación de la
política social del Distrito Federal será la elaboración, al menos, de los
siguientes programas:
a) Ejes Transversales:
• Equidad de Género e Igualdad Sustantiva
• Participación Ciudadana
• No Discriminación
• Reordenamiento Territorial y Recuperación de Espacios
Públicos
b) Programas Sectoriales:
a. Salud
b. Educación
c. Vivienda
d. Trabajo, Empleo y Seguridad Social
e. Alimentación, Nutrición y Abasto
f. Asistencia y Protección Social
c) Programas Delegacionales:
a. Uno por cada delegación conforme a los lineamientos
definidos en la Ley de Desarrollo Social
d) Programas Específicos:
• Infancia
• Juventud
• Personas Adultas Mayores
• Personas con Discapacidad
• Pueblos y Comunidades Indígenas
• Diversidad Sexual
• Personas en situación de abandono
• Violencia de Género
• Violencia en las Familias
• Maltrato Infantil
• Adicciones
• Mejoramiento de Barrios
Porque los derechos son indivisibles, la política social es
una sola y tiene un carácter transversal en el conjunto de la administración
pública de la ciudad. Lo anterior se expresa en este Programa que es el marco
general para la conformación de los programas institucionales, especiales,
delegacionales y parciales que en su conjunto conforman el marco de la
planeación del desarrollo social en la Ciudad de México, desde los derechos y
para los derechos.
3. MARCO JURÍDICO
La política social del Distrito Federal tiene por propósito
esencial el cumplimiento de los derechos reconocidos en la legislación
nacional, tratados internacionales y normas locales. Por ello el Gobierno del
Distrito Federal se organiza para que se gocen los derechos establecidos en la
Constitución General de la República, las Leyes Federales y Generales, así como
la amplia legislación local en la Ciudad de México.
En el Distrito Federal están vigentes 33 leyes aprobadas por
la ALDF hacen referencia al ejercicio de los derechos básicos de todas y todos
los ciudadanos: a la educación, a la vivienda, a la salud, a la alimentación,
al desarrollo urbano incluyente, el al medio ambiente sano, a la no
discriminación, a la vida libre de violencia, a los derechos de las mujeres, a
los derechos de las y los jóvenes, a los derechos de las y los niños, los
derechos de las personas con discapacidad, los derechos de las personas adultas
mayores, así como los derechos específicos, a formar una sociedad de
convivencia, a becas para estudiantes de educación media superior, a la pensión
ciudadana para las personas adultas mayores, a los útiles escolares para
estudiantes de escuelas públicas, a los libros de texto gratuitos para alumnos
y alumnas se secundarias públicas, a la
interrupción legal del embarazo y al pago por la prestación de servicios
ambientales, al fomento a las actividades de las organizaciones civiles y a la
participación de la ciudadanía en las decisiones públicas.
Es un marco jurídico local amplio y complejo en proceso
constante de renovación y actualización, a través del reconocimiento e institucionalización
de más y nuevos derechos y en el cual se establecen las bases para construir la
institucionalidad que exige el cumplimiento de los derechos sociales. La lógica
que predomina en el marco jurídico en materia social de la ciudad es, precisamente,
la acumulación y progresividad de los derechos en la perspectiva de su
creciente exigibilidad.
Esta administración continuará con el proceso de envío de
iniciativas de ley a la Asamblea Legislativa para consolidar, expandir y
profundizar el marco de los derechos que rige a la Ciudad de México, aún con
las limitaciones que nos impone, hasta que contemos con una Constitución
Propia, la actual negación de reconocimiento de derechos políticos plenos a las
y los ciudadanos y de limitación de competencias y atribuciones a sus
autoridades de los diferentes ámbitos de gobierno de la Ciudad de México.
El Distrito Federal cuenta con la Ley de Desarrollo Social
más completa y avanzada del país que permite encuadrar la política social con
una mirada de largo plazo, en función de los derechos, a favor de la igualdad,
la equidad y la cohesión social.
En su artículo tercero, la Ley establece con toda precisión
los objetivos y alcances de la política social en la Ciudad de México:
I. Cumplir, en el marco de las atribuciones de la
Administración Pública del Distrito Federal, con la responsabilidad social
del Estado y asumir plenamente las obligaciones constitucionales en
materia social para que la ciudadanía pueda gozar de sus derechos sociales
universales;
II. Promover, proteger y garantizar el cumplimiento de los
derechos sociales universales de los habitantes del Distrito Federal en
particular en materia de alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo e
infraestructura social;
III. Disminuir la desigualdad social en sus diversas
formas, derivada de la desigual distribución de la riqueza, los bienes y los
servicios, entre los individuos, grupos sociales y ámbitos territoriales;
IV. Integrar las políticas y programas contra la pobreza en
el marco de las políticas contra la desigualdad social;
V. Impulsar la política de desarrollo social, con la
participación de personas, comunidades, organizaciones y grupos sociales que
deseen contribuir en este proceso de modo complementario al cumplimiento de la
responsabilidad social del Estado y a la ampliación del campo de lo público;
VI. Revertir los procesos de exclusión y de segregación
socio-territorial en la ciudad;
VII. Fomentar la equidad de género en el diseño y
operación de las políticas públicas y en las relaciones sociales;
VIII. Implementar acciones que busquen la plena equidad
social para todos los grupos excluidos, en condiciones de subordinación
o discriminación por razones de su condición socioeconómica, edad, sexo,
pertenencia étnica, características físicas, preferencia sexual, origen
nacional, práctica religiosa o cualquier otra;
IX. Contribuir a construir una sociedad con pleno goce de
sus derechos económicos, sociales y culturales;
X. Fomentar las más diversas formas de participación
ciudadana con relación a la problemática social;
XI. Profundizar el reconocimiento de la presencia
indígena y la diversidad cultural de la ciudad y en el desarrollo de
relaciones de convivencia interculturales;
XII. Articular el desarrollo social y el urbano;
XIII. Coadyuvar al reconocimiento y ejercicio del derecho
a la ciudad;
XIV. Fomentar la reconstrucción del tejido social urbano con
base en el orgullo de pertenencia a la ciudad y la comunidad, el respeto de los
derechos de todos los habitantes y la superación de toda forma de
discriminación, violencia y abuso en las relaciones entre los habitantes;
XV. Integrar o reintegrar socialmente a los grupos de
población excluidos de los ámbitos del desarrollo social, la familia o la
comunidad con pleno respeto a su dignidad y derechos;
XVI. Establecer los mecanismos para que el Gobierno del
Distrito Federal cumpla de manera eficiente su responsabilidad en el
desarrollo social;
XVII. Definir las responsabilidades de cada uno de los
órganos que integran la Administración Pública del Distrito Federal que
se vinculen al tema del desarrollo social;
XVIII. Fomentar las propuestas de la ciudadanía y sus
organizaciones en el diseño, monitoreo y evaluación de las políticas de
desarrollo social y su contribución a las innovaciones en este campo, a fin de
fortalecer la profundidad y sustentabilidad de las acciones que se emprendan;
XIX. Avanzar en la definición de mecanismos y procedimientos
que garanticen la plena exigibilidad de los derechos sociales en el
marco de las atribuciones de la Administración Pública del Distrito Federal;
Lo anterior expresa la mirada amplia de lo social que
prevalece en la Ciudad de México y que la Ley obliga a dar cumplimiento, lo
cual nos proponemos profundizar y redoblar con este Programa.
4. LA SITUACIÓN SOCIAL DEL DISTRITO FEDERAL: DESAFÍOS Y
RETOS
La planeación de la política social presupone responder, con
una visión de mediano y largo plazo a los problemas estructurales y a las
transformaciones de fondo de la sociedad y la ciudad. No puede ser, por ende,
sólo un diagnóstico descriptivo o de coyuntura. Este Programa se sustenta en
dos grandes temas: el de la desigualdad y la inequidad como el principal
problema y desafío de la Ciudad de México y las implicaciones de los desafíos
para la cuestión social desde la economía, el cambio socio-demográfico y la
dimensión ambiental-territorial.
4.1 Nuestro principal desafío: la desigualdad y la inequidad
El Distrito Federal aporta cerca de una cuarta parte del
Producto Nacional Bruto y constituye la economía 35 del mundo.
Goza de niveles de ingreso per cápita similares a España,
pero tiene una estructura de distribución del ingreso similar a la de entidades
federativas de mucho menor desarrollo, como Yucatán, o de países primario
exportadores como Costa Rica e incluso se acerca a El Salvador.
El Distrito Federal expresa de manera gráfica las
consecuencias de un modelo de desarrollo implantado en el país de carácter
oligopólico, concentrador y excluyente que ha llevado a que en este territorio
de 1,500 kilómetros cuadrados vivan miembros de las familias más ricas del
mundo con familias y comunidades que carecen de lo más indispensable. Esta
profunda y centenaria desigualdad pasa casi desapercibida en los agregados
estadísticos como el producto interno bruto per cápita, el índice de desarrollo
humano o el índice de marginación por localidad y que sólo ha comenzado a
emerger en las mediciones como el índice de marginación urbana o la encuesta
ingreso gasto en los hogares[1], donde es
patente el problema añejamente identificado por la izquierda ha empezado a ser
corregida por los diversos gobiernos democráticos de la Ciudad, pero no cabe
duda que la desigualdad y la falta de equidad siguen siendo el principal
desafío para la cohesión social, la convivencia, la democracia y la viabilidad
de la ciudad en el marco de la globalización y la sociedad del conocimiento.
La desigualdad en el Distrito Federal es multidimensional.
Incluye los ingresos monetarios, la calidad del trabajo y del empleo, la
garantía de la seguridad social, el goce de los derechos a la salud, la
educación, la vivienda, la recreación, el deporte y la cultura, el acceso a
bienes y servicios urbanos, la calidad de vida en el territorio, la propiedad
inmobiliaria y la disposición de tiempo libre.
Asimismo se atraviesa y agrava por las relaciones de
exclusión y discriminación por razones de género, pertenencia étnica,
discapacidad o para cada una de las etapas del ciclo de vida: infancia,
juventud y vejez. Obedece a factores de orden estructural construidos en un
largo ciclo histórico y por ello mismo desmontar y transformar este orden
social de privilegios y exclusión, de concentración y precariedad reclama de un
esfuerzo estratégico y permanente en la dirección de una ciudad igualitaria y
con equidad.
Si bien la dimensión del ingreso no es la única fuente de la
desigualdad si es factor de la mayor relevancia en su composición. Más aún
cuando el Distrito Federal cuenta con un alto nivel de ingresos per cápita que
debiera expresarse en niveles mucho más atenuados de desigualdad. Existe, en
consecuencia, una muy fuerte concentración entre el grado de desarrollo
económico alcanzado por la ciudad y su estructura distributiva.
Conforme a la Encuesta Ingreso Gasto de los Hogares del
Distrito Federal 2004, el índice de Gini del Distrito Federal es de 0.4772, lo
que significa que el decil X concentra el 40% del ingreso mientras que el decil
I sólo accede al 2.0% del mismo. Esto es, una diferencia de 20 veces, 2000%. O
colocado en otros términos el 20% con mayores remuneraciones concentra el 55%
del ingreso y el 20% con menores ingresos tiene poco menos del 5%
Más grave es aún si desagregamos el coeficiente de Gini por
ingreso no monetario, lo cual expresa de manera indirecta la estructura de
propiedad de la vivienda al estimar el valor de la renta como parte del ingreso
total. Conforme a este indicador, en el Distrito Federal el decil X concentra
el 49.3% de los ingresos no monetarios contra el 2% del decil I. Esto es, la
diferencia entre uno y otro sube a casi 25 veces y el coeficiente de Gini se
dispara al 0.5845, esto es, coeficiente propio de los veinte países con peor
distribución en el mundo
Esta desigualdad en la distribución del ingreso tiene su
origen, en consecuencia, en las bajas remuneraciones de las y los trabajadores,
la pérdida de poder adquisitivo del salario, la precarización del empleo y del
ingreso, el debilitamiento de la seguridad social y la concentración y
profundización de la inequidad en la propiedad inmobiliaria y se expresa de manera
territorial, al interior y entre las diferentes delegaciones de la Ciudad de
México.
Desagregada la información por delegación encontramos que
existen fuertes contrastes en la estructura distributiva entre ellas. De esta
manera, por ejemplo, Cuajimalpa tiene los más altos ingresos promedios por
hogar del Distrito Federal y, al mismo tiempo, el peor coeficiente de Gini de
la Ciudad 0.6691, lo que la coloca, si fuera municipio, en el lugar 709 de los
2,438 que componen el país. En circunstancias parecidas se encuentran otras
delegaciones de altos ingresos como Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
La estructura distributiva en la Ciudad apunta a una
relación de altos ingresos per cápita o por hogar con altos niveles de
desigualdad. Esto es la expresión de un modelo de crecimiento económico
altamente concentrador de los beneficios en muy pocas manos.
Tenemos, en consecuencia, un resultado paradójico. La Ciudad
de México genera cerca de un cuarto del PNB de México, tiene la mejor
escolaridad del país, el menor tamaño promedio de los hogares y en 13 de las 16
delegaciones el coeficiente de Gini es superior al 0.50.
Si en la Ciudad en su conjunto el 20% con mayores
remuneraciones concentra el 55% del ingreso y el 20% con menores ingresos tiene
poco menos del 5%, llevado al ámbito delegacional tenemos que, en Miguel
Hidalgo, el 20% más rico concentra el 66.7% del ingreso, en Álvaro Obregón el
63.98%, en Coyoacán el 64.54% y en Cuajimalpa el 73.89%. De ese tamaño es la
concentración del ingreso en la capital de la República Mexicana.
Para el Gobierno del Distrito Federal la pobreza es una
realidad social que expresa déficit en el ejercicio de los derechos sociales
básicos, que tiene carácter multidimensional y que no se reduce a la dimensión
del ingreso. Como lo define la Ley de Desarrollo Social del Distrito Federal en
su artículo primero, fracción XV: “Pobreza: La incapacidad de un individuo o un
hogar de satisfacer de manera digna y suficiente sus necesidades básicas en
materia de alimentación, salud, educación, vivienda, transporte, recreación,
servicios y tiempo libre.”
Con base en el estudio que mandó realizar la Secretaría de
Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal denominado”La pobreza en el
Distrito Federal en 2004” y cuya elaboración estuvo a cargo de los Doctores
Julio Boltvinik y Araceli Damián se realizó un estudio comparativo de los
resultados de la medición de la pobreza con base en el método oficial de la
Sedesol y con el Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP).
Mientras que para Sedesol Federal en el Distrito Federal menos del 30% de la población se encuentra en situación de pobreza, esto es, la pobreza sería una cuestión de minorías. Se llega a ese resultado sobre la base de trazar líneas pobreza minimalistas en la concepción de la pobreza y reducidas a la dimensión del ingreso.
No obstante, al contrastar esta metodología con el Método de
Medición Integrada de la Pobreza (MMIP) se llega a resultados totalmente
distintos como lo expresa el siguiente cuadro:
Lo anterior significa que conforme al método de Sedesol
Federal la pobreza sólo correspondería al 28.6% de los habitantes del Distrito
Federal, mientras que con el MMIP la pobreza sería propia de 5.5 de cada 10
habitantes de la capital de la República.
En la ciudad la desigualdad se expresa de manera espacial,
se territorializa, rompiendo así con su propósito central que es generar
integración y cohesión social. Esta desigualdad territorializada se expresa en
las diferencias de satisfacción de necesidades, ejercicio de derechos y calidad
de vida entre zonas, regiones y unidades territoriales del Distrito Federal.
La desigualdad en el Distrito Federal no se reduce a la
concentración del ingreso y la propiedad, al acceso y disfrute de los derechos
sociales, a las diferencias socio-espaciales, tiene también otras dimensiones
igual de relevantes. Sin desconocer la inequidad y el agravamiento de la
desigualdad que se produce por razones del ciclo de vida (infancia, juventud,
vejez), por situación de discapacidad o por pertenencia étnica, el género
constituye una de las más importantes matrices de desigualdad estructural en la
Ciudad.
La inequidad de género no es sólo una relación de poder que
reproduce la desigualdad e impide el pleno goce de los derechos humanos
integrales de las mujeres. Es también un poderoso obstáculo para acceder a los
beneficios del desarrollo.
La experiencia internacional demuestra que las sociedades
que tienen menor inequidad de género gozan también de mejores y mayores tasas
de desarrollo y cuentan con democracias consolidadas y participativas.
En el año 2006 el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) publicó el documento Indicadores de Desarrollo Humano y
Género en México, en el cual encontró que al desagregar el Índice de Desarrollo
Humano con indicadores de género, éste debía ajustarse, a la baja, por la
pérdida de desarrollo humano atribuible a la desigualdad de género.
De esta manera, si el Distrito Federal tiene el Índice de
Desarrollo Humano más alto del país, 0.8837, al introducir los indicadores de
género éste baja al O.8758, que sigue siendo el más alto del país, pero es
revelador de cómo las desigualdades por roles de género, que persisten en la
capital de la República, inciden negativamente en la medición del desarrollo de
la entidad. Así, el Distrito Federal tuvo una merma en su IDH de alrededor 0.90
atribuible al género. En consecuencia, la medición del IDH con criterios de
género evidencia la profundidad de la desigualdad derivada de las brechas entre
mujeres y hombres.
Sin embargo, es de subrayarse que esta disparidad en los
índices de desarrollo respecto al género no se distribuye de manera homogénea
en el territorio de la ciudad encontrándose muy fuertes desigualdades entre las
delegaciones en donde Benito Juárez, Coyoacán y Miguel Hidalgo tienen los
mejores índices mientras las mayores carencias en materia de género se
concentran en Milpa Alta, Tláhuac e Iztapalapa.
De esta manera, tomando como referencia el índice de
desarrollo relativo al género sólo Benito Juárez, Coyoacán y Miguel Hidalgo se
encuentran por encima de la media de la Ciudad.
Sin embargo, la desigualdad en materia de género incide en
pérdida del índice de desarrollo humano de todas las delegaciones, aunque en
proporciones distintas.
La desigualdad que viven las mujeres frente a los hombres se
expresa a través de las brechas de desigualdad de género. En el Distrito
Federal han sido documentadas, entre otras, las siguientes[2]:
• En educación los años promedio de escolaridad de las
mujeres es de 9.8 y el de los hombres de 10.5
• El rezago educativo de los hombres es del 24.6% y el de
las mujeres de 29.8%
• El porcentaje de mujeres mayores de 65 años analfabetas es
de 15% mientras que el de los hombres es de 5%
• En materia de ingresos el 20% de los hombres reciben más
de 5 salarios mínimos, mientras que sólo lo obtienen el 17% de las mujeres
• El 22% de los hombres tiene un ingreso entre 3 y 5
salarios mínimos, la proporción de mujeres que tiene ese ingreso es de 19%
4.2 Tendencias estructurales en el distrito federal y los
retos para la cuestión social
Las principales tendencias estructurales para la Ciudad de
México con impacto en la cuestión social las podemos ubicar en tres dimensiones
fundamentales: la económica, la socio-demográfica y la ambiental-territorial.
En la dimensión económica:
• La Ciudad de México continuará enfrentando una creciente
competencia dentro del Sistema Urbano Nacional (Guadalajara, Monterrey,
Querétaro, Tijuana) y en el marco del Sistema de Grandes Ciudades del
Continente (Houston, Miami, Sao Paolo y Buenos Aires, principalmente) por
definir el peso económico de cada ciudad en el país y el continente.
• El principal desafío económico del Distrito Federal
consistirá en encontrar su nuevo perfil productivo en el marco del sistema de ciudades
globales que remplace a la ciudad fordista propia del modelo de desarrollo de
sustitución de importaciones y expansión del gasto público. Asimismo convertir
al Distrito Federal en un pivote de la recuperación económica a escala
nacional.
• Este desafío incluye contener el proceso lento pero real
de pérdida de importancia relativa del Distrito Federal en su contribución al
PNB nacional, la escasa generación de empleos calificados y con seguridad
social para la población más escolarizada del país, revertir el daño producido
por el proceso de desindustrialización de la ciudad y la construcción de nuevos
motores del desarrollo económico sostenido que pasan por la especialización en
servicios financieros, turísticos y producción de alta tecnología, el fortalecimiento
de las ventajas competitivas de la ciudad en términos de sus servicios de
educación, salud, investigación, infraestructura cultural y localización
geográfica, la necesidad de la reinserción y recuperación del liderazgo en
América Latina.
• Aún en el marco desfavorable de las variables de la
política macroeconómica federal y de las reglas de la globalización el Distrito
Federal cuenta con un margen real para explotar su potencialidad económica y
hacer pesar su condición de economía 35 del mundo.
• De esta manera es crucial la recuperación del mundo del
trabajo. Para ello es indispensable lograr un crecimiento sostenido de la
economía, generación de empleo de calidad con protección social, salarios
dignos y derechos sociales amplios, expansión de una economía popular, social y
solidaria frente a la realidad actual de bajas tasas de crecimiento, debidas a
la política económica federal, expansión de la precarización e informalización
del trabajo y una estructura distributiva reconcentradora del ingreso como
resultado central del modelo vigente de acumulación.
En la dimensión socio-demográfica:
• El primer reto lo constituye la transformación del tamaño,
estructura y características de la población. Es previsible que el Distrito
Federal mantenga una población estable en los próximos años e inclusive que
disminuya ligeramente en términos absolutos. Ello implica riesgos y
oportunidades. De un lado parece inevitable la reducción del peso demográfico
relativo del Distrito Federal, aunque no necesariamente de la Zona
Metropolitana y del otro lado, abre la posibilidad para un desarrollo social
con cobertura universal pero de características intensivas, diferenciadas y
especializadas.
• El reto demográfico de la ciudad implica que
simultáneamente se contará con una población juvenil creciente junto con la
continuación del proceso de envejecimiento de la población de la ciudad.
Jóvenes y Personas Adultas Mayores constituyen los grupos demográficos de
crecimiento más dinámico con una amplia agenda de derechos y demanda de
servicios. El tema del empleo, la educación, la vivienda, la recreación y la
cultura es central para lograr procesos de inclusión social de las y los
jóvenes, así como el tema de la seguridad social, pensiones, servicios médicos
especializados, recreación y cultura es fundamental para adecuar la ciudad al
proceso de envejecimiento. El Distrito Federal vive una transición
socio-demográfica profunda que deberá ser uno de los ejes de los nuevos
derechos sociales, las nuevas políticas y la nueva convivencia urbana a fin de
construir para ellos nuevos horizontes de futuro. El riesgo de no hacerlo es
profundizar la exclusión social de las y los jóvenes, incrementar la violencia
y la inseguridad, así como atestiguar el crecimiento de su emigración a otras
entidades o a los Estados Unidos y la pérdida del principal recurso productivo
de la ciudad. En el caso de las personas adultas mayores, el riesgo es que se
desarrolle en la ciudad un proceso de envejecimiento con pobreza, exclusión y
aislamiento social.
• La transformación de la estructura de la población implica
también una modificación muy profunda de las características de las familias.
La tendencia seguirá siendo la reducción del tamaño promedio de las familias y
su creciente diversificación. Aún cuando se reduzca la dimensión de la
población seguirá creciendo el número de hogares y por ende la necesidad de
nuevas viviendas, probablemente más pequeñas y adecuadas a una nueva estructura
familiar. Es de prever que en el Distrito Federal existan cada vez más hogares
uniparentales, mayor número de hogares con jefatura femenina, mayor número de
familias reconstituidas, de segundas y terceras nupcias y familias formadas por
personas del mismo sexo, todo lo cual implica reconocimiento de derechos y
construcción de políticas en un marco de creciente diversidad de los arreglos
familiares.
• El género es uno de los factores estructurales cruciales
de la desigualdad en la ciudad. Frente a ello se requiere una transformación
profunda y transversal de la morfología de la ciudad, la estructura de los
servicios educativos, médicos y públicos, la organización del espacio público,
la disposición del tiempo libre, la definición de los horarios de trabajo, las
características de la vialidad y del transporte, la concepción de la seguridad
pública, entre otros.
• Atención especial requerirá la infancia de la Ciudad de
México para garantizarle sus derechos básicos, la universalidad de la educación
con calidad y sentido social, el crecimiento en un ambiente libre de violencia,
la dotación de servicios públicos de cuidado, recreación y desarrollo para
revertir los actuales procesos de callejerización y abandono. Las nuevas
realidades demográficas de la ciudad con hogares más pequeños y mujeres
incorporadas al mercado de trabajo obligan a la construcción de servicios
pertinentes para la infancia que les garanticen el goce temprano de derechos y
oportunidades.
• La ciudad se caracterizará por una visibilidad creciente
de su diversidad étnica y cultural. Continuará el proceso de reclamo de
derechos e inserción urbana equitativa por los integrantes de los pueblos
indígenas en la Ciudad de México. La creciente visibilidad de la diversidad
cultural tendrá un fuerte impacto en la estructura jurídica, política y
programática del Distrito Federal. La diversidad cultural pondrá sobre la mesa
la necesidad de contar con políticas y programas sociales acordes con la
naturaleza multiétnica, pluricultural y polilingüística del Distrito Federal.
• El principal reto de la ciudad será articular las políticas
económicas con las políticas sociales para recuperar a la ciudad como un ámbito
de goce de derechos, integración horizontal y nueva cohesión social. Por ello
será estratégica la construcción de nuevas relaciones de convivencia que
superen la actual fragmentación entre clases sociales, delegaciones, barrios y
colonias, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, indígenas y mestizos,
heterosexuales y homosexuales en una nueva convivencia urbana con menos
desigualdad, sin segregación socioespacial con equidad de género y sin sexismo,
racismo y homofobia.
En la dimensión ambiental-territorial:
• El desafío principal consiste en garantizar el derecho a
la ciudad a partir de la armonización y complementación entre un desarrollo
social con equidad y un desarrollo urbano incluyente. En este sentido
requerirán articularse las políticas económicas y sociales con las políticas
ambiental-territoriales. La articulación entre desarrollo social y 21 de
diciembre de desarrollo urbano en la perspectiva del derecho a la ciudad
con equidad es fundamental para contener, revertir y superar tanto la
segregación socio-espacial como la creciente fragmentación urbana. La
recuperación, revitalización y reapropiación social del espacio público implica
la mejora cualitativa de la condición urbana y social de barrios, pueblos,
colonias y unidades habitacionales. Esto es, recuperar el espacio público desde
abajo y con las comunidades.
• Será fundamental un ordenamiento territorial que permita
la viabilidad y sostenibilidad de la ciudad y en donde se logre equilibrar la
distribución entre población y servicios y garantizar la recuperación y
desarrollo sustentable del suelo de conservación del Distrito Federal.
• Es previsible que continúen las altas tasas de movilidad
de la población entre delegaciones y entre la Ciudad y la Zona conurbada, por
lo que se requerirán encontrar formas de gestión y financiamiento de programas
y servicios más flexibles acordes con una dinámica altamente fluida de
movimiento y residencia de la población.
• El desafío más grande, sin embargo, lo representa el
futuro de la Zona Metropolitana. Cada vez es más grande la distancia entre la
ciudad administrativa y la ciudad real. Crecientemente se revelan las grandes
insuficientes de los actuales mecanismos de coordinación metropolitana, por lo
que el desafío de encontrar un nuevo arreglo jurídicopolítico- administrativo
para la Zona Metropolitana aparece como el mayor reto en términos de las nuevas
políticas ambiental-territoriales. Parece claro que sin resolver de manera
duradera y visionaria la dimensión metropolitana es limitado el esfuerzo que
pueda hacer solo el Distrito Federal en una perspectiva de ordenamiento del
territorio y de sustentabilidad ambiental de la ciudad.
5. OBJETIVOS PARA LOS PRÓXIMOS VEINTE AÑOS
Todas las políticas, programas y acciones de corto y mediano
plazo se articularán y serán consistentes con el objetivo estratégico de la
construcción de de un régimen y un Estado social de derechos en el Distrito
Federal.
Para construir el régimen y el Estado social de derechos, el
Distrito Federal deberá lograr en un plazo no mayor de 20 años, al menos:
• El mejor coeficiente de distribución del ingreso del país
y equivalente al de un país desarrollado;
• Eliminación de la pobreza absoluta;
• Garantizar la exigibilidad de los derechos sociales y
avanzar en su justiciabilidad;
• Contar con una democracia participativa consolidada y con
instrumentos efectivos para darle carácter vinculatorio a las decisiones
emanadas de la participación ciudadana;
• Institucionalización de procedimientos que garanticen la
participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones de los asuntos
públicos;
• Eliminación del trabajo precario y del trabajo infantil;
• Universalización del seguro de desempleo;
• Garantía de seguridad y protección social universal;
• Salarios justos, empleo de calidad y vigencia plena de los
derechos laborales;
• Economía popular, social y solidaria fuerte y de alto
impacto;
• Sistema de desarrollo sustentable para la zona rural y
elevación de la calidad de vida de los pueblos originarios y los productores
rurales;
• Quince años de instrucción garantizada;
• Educación Media Superior universal;
• Duplicar el número de habitantes con estudios
universitarios terminados;
• Sistema de investigación científica e innovación
tecnológica internacionalmente reconocido;
• Educación intercultural para todas y todos los habitantes;
• Cobertura universal y gratuita en el ejercicio del derecho
a la salud;
• Control y en su caso disminuir la mortalidad por diabetes
mellitus, enfermedades del hígado y accidentes;
• Continuar garantizando la seguridad sanitaria del Distrito
Federal;
• Plena compatibilidad de los servicios de salud con el
nuevo perfil epidemiológico de la ciudad y con perspectiva de género;
• Garantía universal del derecho a la vivienda digna;
• Garantizar a las mujeres, las personas adultas mayores,
las y los jóvenes, las familias y comunidades indígenas y las personas con
discapacidad el goce del derecho a una vivienda digna, adecuada y pertinente a
sus condiciones económicas, físicas y culturales;
• Sustitución de las viviendas en situación de riesgo por
viviendas seguras y en propiedad;
• Nuevo modelo urbano y arquitectónico en el diseño de
vivienda en conjunto y unidades habitacionales que promuevan la integración y
cohesión social, la preservación y fortalecimiento de los espacios públicos y
las áreas comunes, la seguridad de las mujeres y el desarrollo de la cultura
cívica y la participación ciudadana;
• Plena equidad de género, eliminación de las brechas de
desigualdad entre mujeres y hombres y garantía de la igualdad sustantiva entre
ambos;
• Armonización de las horarios laborales con los familiares
y abatimiento sustancial de la pobreza de tiempo;
• Erradicación de todos los tipos y modalidades de violencia
contra las mujeres;
• Erradicación del maltrato infantil y de las diferentes
formas de violencia en las familias;
• Ciudad segura, protectora, acogedora, pertinente y
amigable con las niñas y los niños en donde sea vigente el principio del
interés superior de la infancia;
• Plena equiparación social y política para las personas,
familias y comunidades indígenas en la ciudad;
• Reconocimiento de los derechos indígenas en el ámbito
urbano y construcción de una ética de convivencia social intercultural;
• Reducción sustantiva de los índices de alcoholismo,
tabaquismo y de consumo de drogas ilegales;
• Abatimiento de las desigualdades territoriales y logro de
una alta calidad de vida urbana para los barrios, pueblos, colonias y unidades
habitacionales;
• Equidad social y vigencia plena del derecho a la no
discriminación para todas las personas y grupos sociales a las que por razones
de sexo, edad, apariencia física, pertenencia étnica, condición de salud,
origen nacional, lugar de residencia o cualesquiera otra se les niegue o
menoscabe el ejercicio de algún derecho;
• Masificación de la práctica del deporte y la activación
física;
• Eliminación de la brecha digital entre el Distrito Federal
y las principales ciudades del Continente y entre las diferentes clases, grupos
sociales y ámbitos territoriales;
• Incremento sustantivo de la prestación de servicios
utilizando tecnologías de la información y la comunicación;
• Recuperar de manera sostenida y progresiva los espacios
públicos y mejorar cualitativamente los programas de cuidado y mantenimiento de
áreas verdes;
• Rescatar y crear nuevos espacios públicos, para hacer de
la ciudad un lugar de integración social que ofrezca mejor habitabilidad,
confort y equidad;
• Garantizar la vigencia de los derechos ambientales;
• Acceso universal, equitativo y sustentable al agua;
• Generalización del uso de tecnologías limpias y de ahorro
de energía;
• Uso masivo de medios de transportación no motorizadas y de
transporte público no contaminante;
• Calidad del aire con altos estándares internacionales.
6. OBJETIVO GENERAL Y OBJETIVOS ESPECÍFICOS 2007-2012
El Objetivo General del Programa de Desarrollo Social
del Distrito Federal es:
Desarrollar una política social tendencialmente universal,
integral, transversal, participativa y territorializada que permita avanzar en
el goce efectivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales
de los habitantes de la ciudad para abatir la desigualdad, promover la equidad
social y de género, desarrollar la inclusión y la cohesión social en la
perspectiva de la acumulación de derechos y la continuación en la construcción
de un régimen y un Estado social de derechos en la Ciudad de México.
Objetivos Específicos:
• Priorizar el acceso y goce efectivo del derecho a la
educación como instrumento clave de integración, movilidad y cohesión social,
recuperando la educación pública, ampliando la cobertura en los niveles medio
superior y superior, demandando la descentralización de la educación básica y
construyendo el conjunto de derechos asociados que garanticen su gratuidad y
universalidad;
• Avanzar hacia la plena universalidad del derecho a la
salud y la protección social para la población que no goza de seguridad social
formal y afrontar los retos epidemiológicos y sanitarios que implica la
transición sociodemográfica y epidemiológica del Distrito Federal en términos
de cobertura, accesibilidad, pertinencia, calidad y calidez de los servicios;
• Recuperar la centralidad del mundo del trabajo mediante
políticas activas de promoción del empleo de calidad y buen remunerado,
garantizar la vigencia de los derechos laborales en la ciudad,
institucionalizar el seguro de desempleo y promover el desarrollo de una fuerte
economía popular, social y solidaria;
• Abatir el rezago en materia de vivienda y de manera
particular garantizar su acceso a la población sin empleo formal y con bajos
ingresos y para aquellos grupos sociales con mayores dificultades: personas con
discapacidad, jóvenes, adultos mayores, madres jefas de familia e indígenas ;
• Avanzar en el goce de los derechos ambientales de las y
los habitantes del Distrito Federal y en la sustentabilidad de la ciudad. De
manera prioritaria se atenderá la garantía en el acceso en condiciones de
equidad al agua para todas y todos los habitantes y entre las diferentes
delegaciones y ámbitos territoriales;
• Abatir las brechas de desigualdad de género entre mujeres
y hombres, principalmente, en materia de ingresos, empleo, educación, salud,
vivienda, propiedad y patrimonio, tiempo libre y acceso a la justicia;
• Priorizar políticas y programas de reconocimiento de
derechos y de inclusión social para las y los jóvenes del Distrito Federal para
revertir las actuales condiciones de exclusión agravada y de ausencia de
expectativas en que se encuentran;
• Desarrollar políticas de reconstitución y fortalecimiento
del tejido social y la cohesión social, de prevención y atención de la
violencia en las familias, de garantía para las mujeres a una vida libre de
violencia y de prevención y erradicación del maltrato infantil;
• Construir y ejecutar el programa para la prevención y
erradicación de la discriminación como un instrumento clave para garantizar que
a ninguna persona grupo social le sean negados o menoscabados sus derechos por
razones de género, edad, apariencia física, preferencia sexual, situación de
salud, actividad laboral, lugar de residencia, origen nacional, religión,
preferencia política o cualesquiera otras. El afianzamiento de una cultura de
la equidad corre paralela al ejercicio del derecho a la no discriminación para
todas y todos;
• Avanzar en el abatimiento y superación de las condiciones
de inequidad, desigualdad y exclusión social en el goce de derechos en que se
encuentran, entre otros, niñas y niños, jóvenes, mujeres, personas con
discapacidad, personas adultas mayores, personas, familias y comunidades
indígenas, personas con preferencia sexual distinta a la heterosexual,
comunidades étnicas de otros orígenes nacionales,
• Promover el derecho a la ciudad desde la perspectiva de la
recuperación ciudadana de los espacios públicos y las actividades comunitarias
de mejoramiento y fortalecimiento de barrios, colonias, pueblos y unidades
habitacionales:
• Atender los temas emergentes de política social con alto
impacto en la calidad de vida familiar y comunitaria, como lo son las
adicciones y la salud mental;
• Fortalecer, desde una perspectiva de derechos e inclusión
social, las políticas y programas de asistencia social dirigidas a las personas
abandonadas, en situación de calle, con enfermedades terminales o con problemas
de adicciones o padecimientos siquiátricos;
• Construir una lógica transversal de participación
ciudadana que logre el involucramiento progresivo de las y los habitantes de la
ciudad en todos los asuntos públicos.
• Fortalecimiento del Sistema del Desarrollo Social del
Distrito Federal que permita construir relaciones de cooperación y
complementación entre el Gobierno Central y las Jefaturas Delegacionales y
entre el Gobierno del Distrito Federal y las entidades federativas y municipios
conurbados en materia de desarrollo social desarrollando una política
sistemática de planeación participativa, coordinación intergubernamental,
transparencia, y rendición de cuentas;
• Incorporación progresiva de las nuevas tecnologías de la
comunicación y la información en la prestación de servicios sociales, en la
perspectiva de gobierno de proximidad con capacidad de respuesta inmediata;
• Contribuir a cerrar la brecha de desigualdad en el acceso
a las tecnologías de la información y al internet.
7. PRINCIPIOS DE LA POLÍTICA SOCIAL
Para dar cumplimiento al objetivo general y a los objetivos
específicos, así como a los objetivos que se incluyan en los programas
transversales, sectoriales, delegacionales y específicos, la política social de
la Ciudad de México se rige por los 12 principios establecidos en el artículo
cuatro de la Ley de Desarrollo Social del Distrito Federal:
Los principios de la política de Desarrollo Social son:
I. UNIVERSALIDAD: La política de desarrollo social
está destinada para todos los habitantes de la ciudad y tiene por propósito el
acceso de todos y todas al ejercicio de los derechos sociales, al uso y
disfrute de los bienes urbanos y a una creciente calidad de vida para el
conjunto de los habitantes;
II. IGUALDAD: Constituye el objetivo principal
del desarrollo social y se expresa en la mejora continua de la distribución de
la riqueza, el ingreso y la propiedad, en el acceso al conjunto de los bienes
públicos y al abatimiento de las grandes diferencias entre personas, familias,
grupos sociales y ámbitos territoriales;
III. EQUIDAD DE GÉNERO: La plena
igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, la eliminación de
toda forma de desigualdad, exclusión o subordinación basada en los roles de
género y una nueva relación de convivencia social entre mujeres y hombres
desprovista de relaciones de dominación, estigmatización, y sexismo;
IV. EQUIDAD SOCIAL: Superación
de toda forma de desigualdad, exclusión o subordinación social basada en roles
de género, edad, características físicas, pertenencia étnica, preferencia
sexual, origen nacional, práctica religiosa o cualquier otra;
V. JUSTICIA DISTRIBUTIVA: Obligación
de la autoridad a aplicar de manera equitativa los programas sociales, priorizando
las necesidades de los grupos en condiciones de pobreza, exclusión y
desigualdad social
VI. DIVERSIDAD: Reconocimiento de la
condición pluricultural del Distrito Federal y de la extraordinaria diversidad
social de la ciudad que presupone el reto de construir la igualdad social en el
marco de la diferencia de sexos, cultural, de edades, de capacidades, de
ámbitos territoriales, de formas de organización y participación ciudadana, de
preferencias y de necesidades;
VII. INTEGRALIDAD: Articulación y complementariedad
entre cada una de las políticas y programas sociales para el logro de una
planeación y ejecución multidimensional que atiendan el conjunto de derechos y
necesidades de los ciudadanos;
VIII. TERRITORIALIDAD: Planeación
y ejecución de la política social desde un enfoque socio-espacial en el que en
el ámbito territorial confluyen, se articulan y complementan las diferentes
políticas y programas y donde se incorpora la gestión del territorio como
componente del desarrollo social y de la articulación de éste con las políticas
de desarrollo urbano;
IX. EXIGIBILIDAD: Derecho de los habitantes a
que, a través de un conjunto de normas y procedimientos, los derechos sociales
sean progresivamente exigibles en el marco de las diferentes políticas y programas
y de la disposición presupuestal con que se cuente;
X. PARTICIPACIÓN: Derecho de las personas,
comunidades y organizaciones para participar en el diseño, seguimiento,
aplicación y evaluación de los programas sociales, en el ámbito de los órganos
y procedimientos establecidos para ello;
XI. TRANSPARENCIA: La información surgida en
todas las etapas del ciclo de las políticas de desarrollo social será pública
con las salvedades que establece la normatividad en materia de acceso a la
información y con pleno respeto a la privacidad de los datos personales y a la
prohibición del uso político-partidista, confesional o comercial de la
información;
XII. EFECTIVIDAD: Obligación de la autoridad
de ejecutar los programas sociales de manera austera, con el menor costo
administrativo, la mayor celeridad, los mejores resultados e impacto, y con una
actitud republicana de vocación de servicio, respeto y reconocimiento de los
derechos que profundice el proceso de construcción de ciudadanía de todos los
habitantes.
Los principios de esta ley constituyen el marco en el cual
deberán planearse, ejecutarse y evaluarse el conjunto de las políticas y
programas en materia de desarrollo social de la Administración Pública del
Distrito Federal.”
8. ESTRATEGIAS DE LA POLÍTICA SOCIAL
1. Articulación de políticas. Bajo la
premisa de la primacía del desarrollo social, para el logro de los objetivos de
corto, mediano y largo plazo se requiere de una articulación efectiva de la
política social, la política económica, la política de desarrollo urbano y la
política ambiental. Para ello será necesario innovar en el campo de las
políticas públicas construyendo políticas socio-económicas, socio-urbanas y
socio-ambientales. Como señala el Programa General de Desarrollo 2007-2012,
la acción de gobierno en materia de desarrollo social tiene como eje principal
la equidad con la finalidad de abatir la desigualdad y de lograr un desarrollo
social pleno. Para ello es fundamental rebasar la tradicional planeación y
ejecución sectorial, para pasar a una transversal, intersectorial e integral de
largo plazo, de forma que todas las acciones y programas de gobierno se rijan
por el principio de la equidad. Además, esta estrategia permitirá responder a
los retos de la metropolización.
Desarrollo social, desarrollo urbano, desarrollo económico y
desarrollo sustentable deben estar articulados unos con otros, ser coherentes y
consistentes entre sí y buscar, todos, en sus ámbitos específicos, la elevación
del bienestar, la construcción de la equidad, el abatimiento de la desigualdad
y la mejora del tejido y la cohesión comunitaria. La estrategia de articulación
transectorial presupone la primacía de lo social en todos los ámbitos y la
elevación del bienestar como objetivo común e indicador compartido de evaluación
de resultados.
2. Transversalidad. La articulación de las políticas
se expresará a través de la transversalidad de toda la acción de gobierno en
materia de política social. El ámbito de construcción de dicha transversalidad
será la elaboración del Programa de Desarrollo Social del Distrito Federal y el
funcionamiento permanente de la Comisión Interinstitucional del Desarrollo
Social en donde se encuentran representadas tanto las entidades y dependencias
del gobierno central como los gobiernos delegacionales.
3. Integralidad. Permitirá que la articulación y la
transversalidad sea un componente estructural de todas las políticas y
programas y se construya desde la planeación y el diseño. Para ello será
fundamental rebasar la tradicional planeación y ejecución sectorial y pasar a
una planeación y ejecución transversal, intersectorial e integral.
4. Territorialidad. Sin descuidar la atención de
problemáticas sectoriales, temáticas o específicas se priorizará la planeación
y ejecución territorializada de políticas y programas, porque es precisamente
en el ámbito territorial donde pueden desarrollarse políticas y programas
integrales. En el territorio todas las problemáticas sociales están
interrelacionadas y será necesario construir nuevos mecanismos y procedimientos
de gestión pública para responder al reto de la territorialización. Para ello
construiremos en toda la ciudad las Coordinaciones Territoriales de Desarrollo
Social en donde, por territorios, concurren todas las entidades y dependencias
con atribuciones en materia de política social.
5. Progresividad. Los ambiciosos objetivos de
política social sólo pueden lograrse de manera progresiva, sostenida y
acumulativa. Por ello la estrategia de progresividad es fundamental desde una
perspectiva de planeación de largo plazo. Lo fundamental será lograr año con
año avances reales que de manera creciente nos acerquen al cumplimiento de los
objetivos y metas trazadas.
6. Evaluación permanente. La evaluación interna y
externa es fundamental para valorar avances, remover obstáculos y corregir
deficiencias. Por ello a la brevedad entrará en funciones el Consejo de
Evaluación del Desarrollo Social que permitirá producir conocimiento e
información sistemática para lograr una dinámica de monitoreo permanente y mejora
continua de la política social, ya que por vez primera en el país un órgano de
evaluación tendrá la facultad de hacer vinculatorias sus recomendaciones. Entre
sus grandes contribuciones al desarrollo social: medición, índices, informe
anual.
7. Incremento del gasto social. Para dar
cumplimiento a los objetivos será indispensable cumplir con la disposición de
la Ley de Desarrollo Social de lograr incrementos reales anuales en el gasto
social, y con base en los resultados de la evaluación interna y externa mejorar
la calidad, eficacia y eficiencia del gasto. La primacía del desarrollo social,
como premisa vertebral, encuentra en el incremento permanente y progresivo del
gasto social real una de sus principales concreciones.
9. LÍNEAS PROGRAMÁTICAS Y PRINCIPALES RESULTADOS ESPERADOS
Coherente con una perspectiva transectorial, el Programa de
Desarrollo Social 2007-2012 se articula en torno a cinco grandes líneas
programáticas en las que se agrupan las principales acciones y metas que nos
proponemos lograr en el curso de la presente administración.
Línea programática 1: Ejercicio de los derechos sociales,
combate a la desigualdad y la pobreza Desigualdad y Pobreza
• Mejoría en la distribución del ingreso para los grupos más
empobrecidos;
• Disminución de la incidencia y la intensidad de la pobreza
tanto absoluta como relativa;
• Reducción del número de unidades territoriales en
condiciones de alta y muy alta marginación;
• Avance en la construcción de instrumentos y procedimientos
efectivos para la exigibilidad de los derechos;
Trabajo y Empleo
• Disminución del desempleo y mejora de los salarios y
condiciones laborales de las y los trabajadores;
• Extensión e institucionalización del derecho al seguro de
desempleo;
• Ampliación del número y calidad de las empresas sociales y
las cooperativas;
Alimentación y Nutrición
• Eliminación de la desnutrición y disminución del sobrepeso
y la obesidad;
• Ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los desayunos
escolares.
• Mantenimiento de los apoyos a la población para el abasto
suficiente y a precios adecuados de la leche y la tortilla;
Educación
• Erradicación del analfabetismo;
• Abatir la desescolarización;
• Consolidación del sistema de derechos asociados a la
educación para el sistema público: uniformes y útiles escolares para todas y
todos en el nivel básico, libros de texto gratuitos para secundaria y seguro
educativo para todos aquellos estudiantes cuya madre o padre fallezca;
• Asistencia de todas y todos los niños a la educación
primaria;
• Reducción de la deserción en la secundaria;
• Universalización de la beca para estudiantes de
bachillerato y mejora sustancial en la permanencia, aprovechamiento y
eficiencia terminal;
• Elevación a doce años de la escolaridad promedio de la
ciudad;
• Ampliación de la oferta educativa universitaria;
• Introducción progresiva de la educación intercultural en
todo el sistema educativo;
• Promover la investigación científica, tecnológica, social
y cultural.
• Establecer un sistema de promoción de participación de
alumnos, padres de familia y maestros en formulación, desarrollo y evaluación
de las políticas educativas.
Salud
• Cobertura universal y gratuita en salud para toda la
población que no cuenta con seguridad social;
• Ampliación del alcance, calidad, pertinencia y calidez de
todos los servicios de salud públicos;
• Construcción de un sistema de atención en materia de salud
mental;
• Extensión y profundización de la atención médica
domiciliaria para personas adultas mayores;
• Ampliación de la atención médica gerontológico
especializada y con perspectiva de género;
• Especialización con perspectiva de género para los
servicios médicos para las niñas y las mujeres. Mejorar sustancialmente las
condiciones de salud de las mujeres;
• Mejora de la equidad en materia de salud entre grupos
sociales y zonas geográficas;
• Desarrollo de una cultura para la prevención de la
enfermedad en la sociedad y consolidar una cultura de promoción y calidad en
todo el sistema de salud;
• Reducción de los riesgos sanitarios asociados al consumo
de bienes, productos y servicios.
Vivienda
• Eliminación del rezago en vivienda y servicios básicos con
atención especial a la población con ingresos menores a dos salarios mínimos,
jóvenes, personas con discapacidad, indígenas, adultos mayores y mujeres jefas
de familia;
• Profundización, extensión y consolidación del mejoramiento
de viviendas en lote familiar;
• Garantía de la igualdad de oportunidades, tanto de grupos
sociales promotores de la gestión de financiamiento como de solicitantes individuales
de vivienda;
• Dotación a los núcleos familiares que habitan viviendas en
condiciones de riesgo, por viviendas nuevas en propiedad;
• Mejoría profunda de las condiciones de infraestructura,
mantenimiento, cuidado de áreas verdes, respeto de áreas comunes, convivencia
social, cultura cívica, participación ciudadana y acceso al goce de los
derechos sociales en las Unidades Habitacionales de la ciudad;
Artículo 192. Línea programática 2: Equidad
social, de género e igualdad sustantiva
• Introducción de la perspectiva de equidad de género e
igualdad sustantiva en todas las políticas y programas y construcción de los
instrumentos para operativizar la transversalidad y evaluar sus resultados;
• Disminución de manera progresiva de las brechas de
desigualdad entre mujeres y hombres, particularmente en lo que se refiere a
diferencias de escolaridad, ingresos, propiedad de la vivienda, condiciones de
salud, laborales, disposición de tiempo libre y acceso a la justicia;
• Reducción de la creciente exclusión social de las y los
jóvenes mediante la ampliación de la oferta educativa, del empleo, del acceso a
la vivienda, de oportunidades de recreación y deporte y de creación cultural;
• Abatimiento progresivo de las brechas de desigualdad que
padecen las personas, familias y comunidades indígenas en la ciudad en materia
de educación, ingresos, salud, vivienda y alimentación y garantizar su derecho
a la ciudad en el marco del reconocimiento de su identidad y diferencia
cultural;
• Garantizar el goce de derechos integrales para las
personas con discapacidad y de su capacidad de uso y disfrute de la ciudad;
• Avanzar en la accesibilidad plena de la infraestructura
urbana, edificios y servicios públicos, establecimientos mercantiles, calles y
banquetas, y transporte público para las personas con discapacidad;
• Mejoría de la protección, seguridad, pertinencia y
cercanía de la ciudad con las niñas y los niños y vigencia creciente del
interés superior de la infancia;
• Mejora y ampliación de la infraestructura, servicios y uso
del espacio público por parte de las personas adultas mayores;
• Garantizar el goce de los derechos de las personas
migrantes en la Ciudad de México y promover la atención y vínculo con la ciudad
y sus familias de las y los oriundos del Distrito Federal que han migrado a
otros países;
• Recuperación y dignificación de la infraestructura
deportiva de la ciudad, garantizar su gratuidad y acceso público y avanzar en
la construcción de una cultura del deporte y la activación física que masifique
su práctica;
• Posicionar el deporte comunitario como factor para mejorar
la salud pública, la convivencia familiar, comunitaria y social, así como
recuperar espacios públicos para la reactivación física permanente.
• Fortalecer apoyos a deportistas de alto rendimiento para
colocar nuevamente al DF en los primeros lugares de la Olimpiada Nacional.
• Extensión y elevación cualitativa de la prestación de
servicios públicos por vía telefónica en la ciudad;
• Equidad creciente en el acceso a la informática y la
conectividad a la internet, elevación significativa del número de hogares que
cuenten con computadora, proporcionar conexión gratuita en instituciones
gubernamentales, educativas y espacios públicos, así como promoción del uso del
software libre;
Línea programática 3: Asistencia social con perspectiva de
derechos
• Ampliación sustantiva de la capacidad de prevención y
atención para las personas con adicciones y de apoyo a sus familias;
• Reforzamiento sustantivo de la labor de prevención en
materia de adicciones para reducir el consumo de alcohol, tabaco y drogas
ilegales;
• Ampliación y mejorar tanto de la prevención como de la
atención para personas y familias en condiciones de abandono o extrema
necesidad;
• Mejora en la protección efectiva, servicios de calidad,
goce de derechos y oportunidades reales de reinserción social para las niñas,
niños y personas adultas en situación de calle;
• Reforzamiento de las políticas de prevención y reubicación
de las personas y familias que viven en zonas o inmuebles de alto riesgo y
atención oportuna y de calidad para todas aquellas que se vean afectadas en su
integridad física o material por fenómenos naturales.
Línea programática 4: Participación ciudadana, recuperación
de la vida pública y fortalecimiento de la cohesión social
• Ampliación cuantitativa y cualitativa de la participación
ciudadana en todos los asuntos públicos;
• Fortalecimiento de los diversos espacios e instrumentos
territoriales y temáticos de representación y participación ciudadana;
• Ampliación de las capacidades deliberativas y las
atribuciones en la incidencia en la toma de decisiones de los diversos consejos
asesores y consultivos;
• Extensión y profundización del reconocimiento de que el
fomento a las actividades de desarrollo social de las organizaciones civiles es
un asunto de interés público y para ello ampliar de manera sustantiva los
fondos y prerrogativas destinadas a las organizaciones de la sociedad civil;
• Sistematización de las actividades dirigidas a la
construcción de una ética social de la convivencia intercultural;
• Visibilización, atención, y prevención para lograr la
erradicación del racismo, el sexismo, el edaismo, la homofobia, la etnofobia,
la xenofobia y toda práctica discriminatoria en la ciudad;
• Construcción del sistema para garantizar a las mujeres el
acceso a una vida libre de violencia, así como ampliar y fortalecer el sistema
de prevención y atención de la violencia en las familias y del maltrato
infantil;
• Formulación e instrumentación del Programa Transversal
para la Prevención y Erradicación de la Discriminación en el Distrito Federal;
Línea programática 5: Desarrollo urbano incluyente y
sustentabilidad con equidad
• Recuperación de manera sostenida, participativa y
progresiva de los espacios públicos y mejorar cualitativamente los programas de
cuidado y mantenimiento de áreas verdes;
• Ampliación y extensión de los programas integrales,
comunitarios y participativos de mejoramiento de barrios , pueblos, colonias y
unidades habitacionales;
• Rescate del Suelo de Conservación como espacio clave del
equilibrio ecológico de la ciudad;Autosuficiencia hídrica y gestión integral
del agua en el Distrito Federal y equidad entre familias y territorios en el
goce del derecho al agua;
• Recuperación de las vialidades para el transporte
colectivo eficiente, menos contaminante y de calidad y promoción de la
movilidad no motorizada;
• Control de los contaminantes atmosféricos que tienen mayor
presencia y afectación a la salud de la población (ozono y partículas finas) y
consolidar la reducción de las emisiones de contaminantes tóxicos;
• Instrumentación de un sistema integral y sostenible de
manejo de residuos sólidos urbanos;
• Establecer un sistema de manejo de los residuos sólidos
moderno en cada una de sus etapas, con altos niveles de eficiencia en la
prestación del servicio y bajo impacto ecológico.
• Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero,
impulso y fortalecimiento del mercado de las energías renovables y realización
de acciones de adaptación al cambio climático para la población;
• Establecer un programa de mantenimiento permanente de los
espacios públicos.
10. EL DESARROLLO INSTITUCIONAL DE LA POLÍTICA SOCIAL.
Para el cumplimiento de sus objetivos en materia social el
Gobierno del Distrito Federal emprenderá las transformaciones administrativas y
el desarrollo institucional necesario para dar cabal alcance a los principios
de transparencia y efectividad que mandata la Ley de Desarrollo Social.
Entre los objetivos que nos planteamos respecto al
desarrollo institucional se encuentran:
• Mejorar los procedimientos de planeación de la política
social garantizando contar con información sistemática y actualizada,
debidamente desagregada, al menos, por edad, sexo, ámbitos territoriales y
pertenencia étnica, así como procesarla desde una perspectiva integral y
transversal;
• Fortalecer el funcionamiento de la Comisión
Interinstitucional de Desarrollo Social como máximo órgano de planeación y
coordinación del Gobierno del Distrito Federal en materia social;
• Construir el Sistema Integral del Desarrollo Social de la
Ciudad de México en donde se definan y precisen las competencias, atribuciones
y naturaleza de los programas sociales del Gobierno Central y de las
Delegaciones, las diferencias entre unos y otros, así como la manera de
articularse y complementarse para lograr mejores resultados y evitar
duplicaciones, ausencias o contraposiciones.
• Mejorar los mecanismos de vinculación de las instituciones
con los consejos consultivos y otros espacios de participación ciudadana,
desarrollar los mecanismos de incidencia en la planeación, ejecución y
valoración de las políticas, y propiciar en general una mayor intervención
ciudadana en los programas de desarrollo social.
• Avanzar en la conformación de una visión y una política
metropolitana en materia de desarrollo social con los municipios y las
entidades federativas vecinas es una de las necesidades y de los desafíos
mayores en términos del desarrollo institucional. Hasta ahora la materia social
ha estado prácticamente ausente del enfoque metropolitano cuando la interacción
más intensa y relevante entre el Distrito Federal, los estados y municipios
vecinos es precisamente el de la gente, el diario ir y venir de millones de
personas.
• Reforzar las políticas de difusión, transparencia y
rendición de cuentas a través de la mejora continua en el funcionamiento del
Sistema de Información del Desarrollo Social. Garantizaremos que todos los
programas se rijan por reglas de operación de conocimiento público y que en
todos los programas de transferencias de recursos materiales o monetarios a
personas físicas o morales, se cuente con padrones actualizados de difusión
pública, con la debida protección de los datos personales conforme lo marca la
Ley en la materia;
• Conformar el Sistema de Evaluación de la Política Social
será una de las más relevantes contribuciones de la presente administración a
la institucionalización y evaluación externa e interna de la política social.
Mediante decreto del pasado 21 de septiembre, el Jefe de Gobierno decidió la
creación del Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, que
será un organismo público descentralizado con autonomía de gestión y con comité
de evaluación y recomendaciones integrado por un servidor público y seis
consejeros ciudadanos, que contarán con las atribuciones para evaluar de manera
independiente la política y los programas sociales y emitir recomendaciones,
que a través de un procedimiento, pueden adquirir, por vez primera en el país,
carácter vinculatorio. En los próximos meses se constituirá dicho Consejo y se
emitirán las convocatorias públicas para la elección de las seis personas
consejeras ciudadanas que tendrán, entre otras funciones, las de medir la
desigualdad y la pobreza en el DF, así como su evolución, evaluar los programas
sociales, emitir un informe anual sobre la cuestión social en la Ciudad de
México y construir el índice de cumplimiento de los derechos sociales en el
Distrito Federal.
• Garantizar la transparencia, equidad y no discriminación
de la política social. Propósito fundamental será el de garantizar en todo
momento que la política y los programas sociales se lleven a cabo con apego a
reglas de operación, sin distinciones políticas o ideológicas, reconociéndolos
en todo momento como respuesta pública a derechos exigibles, y por lo tanto
ajenos al proselitismo, el clientelismo y el corporativismo.
• Construir el marco de coordinación permanente con el
Sistema de Igualdad de Oportunidades y No Discriminación para las Mujeres para
garantizar que la perspectiva de equidad de género e igualdad sustantiva esté
presente en todas las políticas y programas sociales;
Con este conjunto de medidas se elevará sustancialmente la
difusión, publicidad y transparencia de la política social y los programas que
lo componen, se mejorarán los mecanismos de planeación y toma de decisiones,
pero sobre todo se innovará radicalmente en los campos de la colaboración y
coordinación entre el Gobierno Central y las Jefaturas Delegacionales y entre
el Gobierno del Distrito Federal y los estados de México e Hidalgo y los
municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Asimismo con la creación del Consejo de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social daremos un paso fundamental en la
institucionalización, evaluación independiente y mejora continua de la política
social.
Al final de la presente administración contaremos con un
Sistema Integral del Desarrollo Social maduro, consolidado, institucionalizado
que permitirá fortalecer y profundizar la política social con perspectiva de
derechos en el ámbito del Distrito Federal, de las Delegaciones y de la Zona
Metropolitana.
11. LAS PRINCIPALES 50 METAS DE LA POLÍTICA SOCIAL DEL
GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL
La evaluación del éxito de la política social se hará con
relación al avance en el combate a la desigualdad, la marginación y la pobreza,
en la mejora de las condiciones de equidad para las mujeres, las niñas y los
niños, las y los jóvenes, las personas con discapacidad, las personas adultas
mayores, las familias y comunidades indígenas, en el abatimiento de la
discriminación y la mejora de la cohesión social, así como en el goce y
ejercicio efectivo de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales.
La política social y los programas del Gobierno no son un
fín en si mismo, cuyos resultados puedan medirse sólo con respecto a sus
propios objetivos, sino un medio para contribuir al cambio social.
Las metas de impacto que a continuación se establecen
definirán en qué medida hemos avanzado hacia la ciudad incluyente, igualitaria,
equitativa y participativa con la que se compromete el Gobierno de la Ciudad de
México.
• Mejorar la distribución del ingreso en el Distrito Federal
medida conforme al coeficiente de Gini;
• Abatir al menos a la mitad el número de personas en
condiciones de pobreza extrema;
• Reducir a la mitad el número de unidades territoriales en
situación de muy alta marginación y elevar su grado de desarrollo
socioeconómico;
• Extensión e institucionalización del derecho al seguro de
desempleo y mejorar la reinserción laboral de las personas que pierdan el
empleo formal;
• Mantener y profundizar el liderazgo del Distrito Federal
en el país medido por el índice de Desarrollo Humano y el índice de
Cumplimiento de los Derechos Sociales;
• Construcción por vez primera en el país del sistema de
instrumentos para la exigibilidad de los derechos;
• Lograr un mínimo de satisfacción del 85% de los ciudadanos
que presentan quejas derivadas del mal servicio recibido por los organismos de
la Administración Pública del DF;
• Fortalecer los diversos espacios e instrumentos
territoriales y temáticos de representación y participación ciudadana,
extendiendo y ampliando el involucramiento de la ciudadanía en los asuntos
públicos, en el diseño y evaluación de políticas y en la contraloría social;
• Crear un sistema de fortalecimiento de las organizaciones
civiles;
• Erradicación del analfabetismo;
• Garantizar la asistencia de todas y todos los niños a la
educación primaria y reducir la deserción en la secundaria;
• Consolidación del sistema de derechos asociados a la
educación para el sistema público: uniformes y útiles escolares, libros de
texto gratuito y seguro educativo;
• Eliminar la deserción escolar en el nivel medio superior y
que la totalidad del grupo de edad de 15 a 19 años acceda este nivel educativo;
• Ampliación de la oferta educativa universitaria mediante
la construcción de nuevos planteles de la UACM;
• Introducción progresiva de la educativa intercultural en
todo el sistema educativo;
• Respuesta del 100% a las demandas de atención médica en el
sistema público de salud del Gobierno del Distrito Federal;
• Consolidar el sistema universal de vacunación para niñas y
niños menores de cinco años;
• Establecimiento de un diagnóstico integral de salud de las
personas mayores de 60 años;
• Brindar atención médica gratuita a las comunidades de alta
y muy alta marginación;
• Erradicar la desnutrición y disminuir el número de
personas con sobrepeso y obesidad;
• Avanzar significativamente en la eliminación del rezago en
vivienda con atención especial a la población con ingresos menores a dos
salarios mínimos, mujeres jefas de familia, jóvenes, indígenas y personas con
discapacidad;
• Profundización, extensión y consolidación del mejoramiento
de viviendas en lote familiar;
• Disminuir en al menos un tercio las brechas de desigualdad
entre mujeres y hombres en educación, ingresos, salud, vivienda, patrimonio y
tiempo libre para avanzar en la construcción de la igualdad sustantiva;
• Rediseño con perspectiva de género de la estructura
organizacional y sus ordenamientos reglamentarios de la administración pública
del Distrito Federal;
• Construcción del sistema para garantizar a las mujeres el
acceso a una vida libre de violencia y disminuir la incidencia de los diferentes
tipos y modalidades de violencia que padecen;
• Incrementar en un 50% los servicios proporcionados por la
red de Unidades de Atención a la Violencia Familiar, así como consolidar,
extender y profundización el acceso de las mujeres al Seguro contra la Violencia;
• Avanzar hacia una ciudad amigable y segura con las niñas y
los niños, guiar las políticas y programas con base en el interés superior de
la infancia y abatir las diferentes formas y modalidades de maltrato infantil;
• Reducir a la mitad el número de jóvenes que no estudian ni
trabajan en las zonas de mayor marginación o conflictividad social de la
ciudad;
• Reducir las brechas de desigualdad en el goce de los
derechos para las personas con discapacidad, garantizar su plena
accesibilidad en la infraestructura urbana, servicios públicos y
establecimientos mercantiles, así como tender hacia la universalización
del apoyo económico para las personas con discapacidad;
• Visibilizar la discriminación por un asunto público de
derechos humanos, reducir las prácticas discriminatorias en el Distrito Federal
y mejorar la percepción sobre los valores de la diferencia, la tolerancia y la
no discriminación;
• Abatimiento del rezago en la dotación de infraestructura
de atención de la infancia, particularmente entre 0 y 3 años de edad;
• Cerrar en al menos un tercio las brechas de desigualdad
entre indígenas y no indígenas en educación, ingresos, salud, vivienda y
patrimonio;
• Reducción del número de quejas condominales y mejora de
las condiciones de convivencia y de cultura condominal;
• Disminuir en por lo menos 10% el consumo de alcohol,
tabaco y drogas ilegales;
• Incrementar la reinserción social digna y con derechos de
las personas abandonas o en situación de calle;
• Mejora cualitativa de la recuperación y apropiación
ciudadana de los espacios públicos;
• Ampliar el reconocimiento y uso público de las lenguas
indígenas;
• Extender el deporte comunitario como factor para mejorar
la salud pública, la convivencia familiar, comunitaria y social, así como
recuperar espacios públicos para incrementar la activación física de los
habitantes de la ciudad;
• Mejorar la posición del Distrito Federal en el medallero
de la Olimpiada Nacional;
• Ampliar la prestación de servicios por vía telefónica;
• Incrementar el número de hogares que disponen de
computadoras y aumentar el número de personas con acceso gratuito a internet;
• Disminuir los niveles de contaminantes y partículas
suspendidas por el aire, así como reducción de 10 mil toneladas de emisiones
anuales en el sector industrial;
• Mejorar la imagen urbana de la ciudad y disminuir el
déficit de área verde por habitante;
• Reducción del porcentaje de sobreexplotación de los mantos
acuíferos del 35 al 20%, mediante la recarga con agua pluvial y residual
tratada;
• Dotación homogénea de 200 litros diarios por habitante en
todo el Distrito Federal;
• Reducción de la demanda actual de agua en 2.2 metros
cúbicos por segundo y reducción del 10% de las fugas;
• Reducción para la población usuaria del transporte público
en un tercio del tiempo actual de traslado;
• Construir el Sistema de Evaluación Externa de la Política
Social a través de la puesta en marcha y funcionamiento del Consejo de
Evaluación del Desarrollo Social;
• Fortalecer el Sistema de Información del Desarrollo Social
integrando la totalidad de la información en materia social y garantizando su
acceso público a través de internet;
• Construir el Sistema de Desarrollo Social del Distrito
Federal en donde se articulen y complementen las políticas y programas del
Gobierno Central y de las Delegaciones, cuente con perspectiva metropolitana y
apunte a la creciente universalización de los programas sociales
delegacionales, así como a la profundización de las políticas de calidad de
vida territorial.
[1] El Informe
sobre el Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo ubica al Distrito Federal como la entidad federativa con el más alto
índice de desarrollo humano; el índice de marginación a nivel localidad 2005del
Consejo Nacional de Población también ubica al Distrito Federal en una posición
óptima, sólo identifica 2 localidades catalogadas como de Muy Alta Marginación,
con una población de 23 habitantes; sin embargo, en un ejercicio de mayor
precisión a nivel de áreas geográficas básicas (AGEB), “El índice de
Marginación Urbana, 2000, del mismo Consejo Nacional de Población, se
identificaron 87 AGEB´s de Muy Alta Marginación, con más de 205,000 habitantes.
[2] INCHAÚSTEGUI,
Teresa. La brecha de género en el Distrito Federal. Mimeo, 2006